Cómo Taiwán, la nación más cercana a Wuhan (epicentro de la pandemia), con una población de 23 millones, con un gran flujo aéreo con China y, tras haber sido excluída de la OMS y de la ONU, ha derrotado al nuevo coronavirus COVID-19.
Por Homer Díaz
En enero de 2020, mientras el coronavirus se propagaba aceleradamente en China, analistas proyectaban que Taiwán se convertiría en la segunda nación con más casos del COVID-19. BlueDot, un “epidemiólogo” con inteligencia artificial, fue el primero en alertar a sus clientes acerca del coronavirus el 31 de diciembre de 2019; nueve días antes que la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo anunciara al mundo. No solamente fue el primero en dar la alerta, sino que también BlueDot predijo correctamente que el virus se dirigiría primero a las ciudades de Bagkok, Seúl, Taipei (Taiwán) y Tokyo.
Hoy en día los 10 países más afectados con cientos de miles de infectados y muertos son EE.UU, Brasil. Rusia, India, Reino Unido, Perú, Chile, España e Italia:
Se esperaba que la isla de Taiwán fuera muy golpeada por el coronavirus. Primero, debido a la cercanía con el territorio chino -siendo la nación más cercana a la localidad de Wuhan, epicentro de la pandemia; en segundo lugar, al gran flujo diario de personas entre ambas naciones -de los 23 millones de taiwaneses, 850 000 residen en China y otros 404 000 trabajan ahí mismo; y finalmente, debido a los festejos del Año Nuevo Chino, una de las épocas del año con mayor flujo aéreo entre ambos territorios.
Hoy en día, Taiwán solo reporta 447 casos y 7 víctimas mortales. Cifras extraídas del mapa de casos de COVID-19 del Centro Johns Hopkins.
El éxito de Taiwán se atribuye al uso de nuevas tecnologías y a un sólido plan de prevención de pandemias que fue implementado luego del brote del SARS en 2003, según un análisis realizado por Jason Wang, Chun Ng y Robert Brook publicado en The Journal of the American Medical Association (JAMA por sus siglas en inglés).
“Desde el comienzo del brote viral, autoridades taiwanesas realizaron un mapeo muy detallado de quién contagió a quién, y fueron capaces de detener el contagio desde un inicio”; asegura, al portal IEEE Spectrum, Jason Wang (egresado de las universidades MIT y Harvard, Ph.D en “Policy Analysis” y catedrático de la Universidad de Stanford).
Prevención
De acuerdo a la publicación en JAMA, un año después de la epidemia del SARS (“primo” del COVID-19), Taiwán estableció el Comando Central Nacional de Salud (NHCC por sus siglas en inglés) que se encarga de la administración de desastres y de responder a grandes brotes epidémicos.
El NHCC establece el Centro de Comando Central de Epidemias (CECC), el cual se activa a inicios de enero debido a la epidemia de coronavirus en Wuhan, China.
Acción inmediata contra el COVID-19
Mientras el COVID-19 sigue propagándose descontroladamente por el mundo, muchos gobiernos vienen siendo criticados por su respuesta tardía y subestimación de la crisis. Taiwán, por el contrario, entre enero y febrero empieza a ejecutar rápidamente una serie de acciones en salvaguarda del pueblo taiwanés.
El 31 de diciembre de 2019, China notifica a la Organización Mundial de la Salud (OMS) de un caso de neumonía de causa desconocida en la localidad de Wuhan. De inmediato las autoridades taiwanesas empiezan a abordar los vuelos provenientes de Wuhan, en busca de pasajeros con fiebre y síntomas de neumonía antes que pudieran pisar tierra.
El 5 de enero, la medida se amplía a todos los que había viajado a Wuhan los pasados 14 días y que habían presentado – en los puntos fronterizos – fiebre o síntomas de infección del tracto respiratorio (desde hace un tiempo atrás, es rutina diaria en los aeropuertos de Taiwán el control de la temperatura a los pasajeros). Se reexaminan aquellos casos sospechosos para detectar 26 tipos de virus, incluyendo el SARS y el Síndrome Respiratorio del Medio Oriente (MERS por sus siglas en ingles). Aquéllos con fiebre y tos fueron puestos en cuarentena.
Comando central unificado
El 20 de enero, mientras China reportaba casos de coronavirus de forma esporádica, El Centro de Control de Enfermedades (CDC) pone en activación su Centro de Comando Central de Epidemias (CECC); y se designa al ministro de salud como jefe del mencionado centro. El CECC empieza a coordinar esfuerzos con los ministros de transportes, economía, trabajo, educación, ambiente, entre otros, con el afán de contrarrestar la ascendente crisis de la salud pública.
Entre enero 20 y febrero 24, el CECC prepara una lista de por lo menos 124 acciones que se ejecutan de forma inmediata; las cuales incluyen control en la frontera aérea y marítima, búsqueda activa e identificacion de casos (usando data y nuevas tecnologías), cuarentena de casos sospechosos, gestión de la asignación de recursos, educación a la ciudadanía mientras se lucha contra la desinformación, negociación con otros países, medidas aplicadas en los colegios, y medidas de alivio económico para el empresariado. 124 acciones. 124 acciones
Asignación de recursos: logística y operaciones
El CECC toma un rol activo en la asignación de recursos: establece el precio de mascarillas, así como también hace uso de los fondos del gobierno y del personal militar para incrementar la producción de las mismas.
20 de enero, se anuncia que el gobierno tiene asegurado una reserva de 44 millones de mascarillas quirúrgicas, 1,9 millones de mascarillas N95 y 1 100 salas de aislamiento de presión negativa.
24 de enero, se designan los hospitales donde tendrán lugar las pruebas del nuevo coronavirus COVID-19.
22 de enero, la manufactura de mascarillas en Taiwán es de 2,44 millones de unidades a diario. En las siguientes semanas el Gobierno sigue incrementando su capacidad productiva.
24 de enero, el Gobierno prohibe la exportación de mascarillas.
21 de febrero, se brinda auxilio económico a los trabajadores con licencia por contagio de coronavirus quienes reciben un monto mensual de hasta USD $630 en subsidios.
23 de febrero, antes del inicio del ciclo escolar se distribuyen 6,45 millones de máscarillas quirúrgicas a las escuelas y otras instituciones educativas, junto con 25 000 termómetros y 84 000 litros de desinfectante a base de alcohol.
“Con una producción inicial de 2,44 millones de mascarillas por día, Taiwán produce en la actualidad 11 millones de unidades por día. Y el Gobierno planea empezar a donar mascarillas a los Estados Unidos”, asegura Wang durante una conferencia virtual denominada “COVID-19 and AI” organizada por “Stanford Institute for Human-Centered Artificial Intelligence (HAI)”.
Taiwán impone mano dura
Las sanciones por incumplimiento de las medidas temporales son severas. El gobierno anuncia que lucrar con productos de prevención como mascarillas o violar la cuarentena se penalizarán con fuertes multas de hasta USD $10 000 y/o de 1 a 7 años de cárcel.
7 de febrero, una pareja es multada con USD $10 000 por romper la cuarentena de 14 días.
Big Data Analytics, sistemas e inteligencia artificial
“Usando Big Data Analytics, Audrey Tang se convierte en una figura clave del equipo nacional contra prevención de epidemias; y pone un claro ejemplo del uso de inteligencia artificial en la prevención de enfermedades”, se enorgullece en Facebook el vicepresidente taiwanés y prominente epidemiólogo Chen Chien-Jen del joven ministro digital.
27 de enero, se inicia el análisis de grandes volúmenes de datos (Big Data Analytics). Se integra la base de datos del Seguro Nacional de Salud con la base de datos de la Agencia Nacional de Inmigración. Esta integración permite que, durante las citas médicas, se generen alertas en tiempo real basadas en los antecedentes de viajes y síntomas del paciente con la finalidad de identificar casos de COVID-19.
29 de enero, el uso del Sistema de Registro Civil y el carné de extranjería permiten a las autoridades identificar a las personas de alto riesgo por sus recientes antecedentes de viajes a las áreas afectadas. Aquéllas consideradas de alto riesgo fueron puestas en cuarentena y monitoreadas a través de telefonos celulares expedidos por el Gobierno para asegurarse de que permanezcan en casa durante el período de incubación del COVID-19.
5 de febrero, el ministro digital Audrey Tang, anuncia que ya está a disposición un mapa online de tiendas y farmacias donde se pueden encontrar mascarillas en existencia en tiempo real.
6 de febrero, al tener conocimiento de casos de coronavirus en el crucero Diamond Princess, el gobierno hace seguimiento a los pasajeros que habían desembarcado el 31 de enero en Taiwán. Inmediatamente se envía una alerta nacional a través de los celulares con un mapa del intinerario turístico de los pasajeros del Diamond Princess, advirtiendo a la población que tomen precauciones y/o eviten esos lugares.
12 de febrero, con el uso de la base de datos del Seguro Nacional de Salud, Taiwán se vuelca a la búsqueda de pacientes con severos síntomas respiratorios, y que al mismo tiempo habían dado negativo por influenza en las citas médicas del 31 de enero en adelante. Se les vuelve a examinar, esta vez por el nuevo coronavirus COVID-19, encontrándose 1 caso de los 113.
14 de febrero, entra en funcionamiento el Sistema de Registro de Cuarentena, con la finalidad de que las personas en tránsito aéreo puedan completar una declaración jurada de salud. Para facilitar aún más las cosas, pueden usar sus telefonos móviles para escanear un código QR que los conduce a un formulario online para completar dicha declaración. Una vez completada la declaración, un pase electrónico de su declaración de salud es enviado a sus teléfonos, vía mensaje de texto SMS, que permite una rápida autorización de ingreso para aquellas clasificadas como personas de mínimo riesgo; clasificación que se efectúa basada en el origen del vuelo y en los antecedentes de viaje de los últimos 14 días. Aquellos pasajeros considerados de alto riesgo son puestos en cuarentena y monitoreadas a través de celulares distribuídos por el Gobierno.
18 de febrero, el gobierno anuncia que todos los hospitales, clínicas y farmacias tendrían acceso a los antecedentes de viajes de todos sus pacientes.
15 de marzo, Tang anuncia que la versión 2.0 del Sistema de Mascarillas se encuentra en funcionamiento para la preorden de las mismas; con el objetivo de dar a la ciudadanía más opciones de compra debido al tiempo o distancia, así como también con el objetivo de resolver la escasez de mascarillas en algunas áreas.
Comunicación constante y clara
Más allá de las ruedas de prensa a diario por parte del ministro de salud, el vicepresidente Chen Chien-jen (destacado epidemiólogo) regularmente da anuncios de servicio público sobre la importancia de lavarse las manos, cuándo/dónde usar mascarillas y sobre el peligro de acaparar mascarillas con la finalidad de evitar el desabastecimiento para el sector salud.
Solidaridad
Siguiendo con la tradicional costumbre de ayudar al prójimo, los hogares taiwaneses se agruparon por secciones nombrándose a un encargado por cada sección. “De modo que las autoridades le dirían al encargado, ‘Hay una persona bajo cuarentena en tu sección asignada, por qué no vas a darle un vistazo y le llevas algo de comida’”, explica Wang al portal IEEE Spectrum.
Taiwán está dando una gran lección al mundo
“Hoy anuncié tres asuntos importantes en los cuales Taiwán contribuirá a la lucha global contra el COVID-19”:
- Donación de 10 millones de mascarillas a los países en necesidad
- Incremento de la producción de quinina
- Compartir nuestra experiencia en el uso de tecnología para rastrear e investigar brotes epidémicos
Reza un tweet de la presidenta de Taiwán Tsai Ing-wen, como parte de la campaña global “Taiwan Can Help” anunciada en conferencia de prensa el pasado 1ro de abril de 2020.
Today I announced three major areas where #Taiwan will contribute to the global fight against #COVID19:
— 蔡英文 Tsai Ing-wen (@iingwen) April 1, 2020
1️⃣: Donating 10 million face masks to countries in need.
2️⃣: Increasing production of quinine.
3️⃣: Sharing our use of technology to trace & investigate outbreaks. pic.twitter.com/F5yxyuF0Fc
Previo al anuncio, a fines de enero, el gobierno taiwanés prohibió la exportación de mascarillas y al mismo tiempo empezó a incrementar gradualmente la manufactura de las mismas, llegando a contar en la actualidad con una producción diaria de 11 millones de mascarillas.
Más allá de incrementar a USD $35 000 millones el paquete de estímulo económico, Taiwán también anuncia el incremento de la producción de quinina, principal compuesto empleado en el tratamiento de la malaria, que está resultando en cierto grado beneficioso en pacientes con el COVID-19.
Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de los EE.UU, ha declarado recientemente a la cadena Fox News acerca del uso del medicamento contra la malaria para tratar pacientes con COVID-19:
“Hay un leve indicio de evidencia positiva en el uso del medicamento contra la malaria”
Tras destaparse el escándalo y darse a conocer unos correos electrónicos enviados por parte del gobierno de Taiwán a la OMS el pasado diciembre de 2019 alertando sobre el coronavirus, Tsai Ing-wen fue invitada por la revista TIME a compartir la experiencia del éxito de la isla.
Taiwán ayuda por favor para implementar sus estrategias en todo el mundo
INCREIBLE! Estas normas no se tratan de ninguna política, solo son para parar este brote de virus. Felicidades a Taiwan, ahora el resto del mundo a ponerse las pilas.
I really liked your site. Thanks for the information. 439446362 8850001
Wonderful article! 832345900